El sistema digestivo comienza en la boca, donde la piraña, usando los dientes, conseguirá trozos de alimento, con el tamaño adecuado para poder engullirlo, las pirañas no mastican. Luego, a través del esófago, la comida se dirige hacia el estómago, un estómago que en comparación con el tamaño de la piraña, es bastante grande, y que le permitirá tragar pedazos de comida considerables. En el estómago la piraña segrega ácidos que le permiten descomponer el alimento para posteriormente poder aprovechar sus nutrientes. El hígado ayuda segregando la bilis, ésta contiene algunas sales útiles en la emulsión de los lípidos, ayudando así en la digestión. El hígado también funciona como filtro de la sangre, limpiándola de impurezas o cualquier material de desecho.
Después la comida es trasportada al intestino, donde recorrerá un recorrido no muy largo, ya que las pirañas son peces carnívoros, y por eso tienen el intestino más corto, los peces herbívoros lo tienen más largo, pues descomponer la materia vegetal es más trabajoso.
En el intestino es donde se absorberán los nutrientes y donde la parte que se desecha de los alimentos seguirá un recorrido hasta acabar en el ano, donde el pez los expulsará al exterior, estos desechos se conocen como heces.
Por otro lado los riñones, que están formados por una multitud de nefrones, tienen la función de excretar el exceso de agua, azúcar y sales de la sangre.
Todo este proceso podemos verlo gráficamente en el dibujo de arriba.
A continuación os dejamos una imágenes de los órganos implicados en el sistema digestivo cedidas por Abel Herreras Crespo.
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